¿Qué son los Paraprobióticos?
Los paraprobióticos son microorganismos no viables (inactivos), intencionadamente tratados para eliminar su capacidad de replicación, pero que mantienen estructuras celulares y componentes funcionales capaces de interactuar con el organismo humano. Se obtienen a partir de probióticos tras someterlos a procesos de inactivación física (como calor, presión, radiación o ultrasonidos).
¿Qué contienen los paraprobióticos?
Aunque están inactivos, los paraprobióticos conservan elementos estructurales y bioquímicos relevantes, como:
Paredes celulares
Como lipopolisacáridos (LPS) o ácidos lipoteicoicos.
Peptidoglicanos y proteínas de superficie
Que pueden ser reconocidas por receptores celulares (como los TLR o NOD).
ADN bacteriano
Que puede activar señales celulares inmunomoduladoras.
Metabolitos residuales o intracelulares
Producidos antes de la inactivación (enzimas, péptidos, etc.).
¿Cómo interactúan con el organismo?
Los paraprobióticos pueden actuar en la interfaz mucosa-huésped, donde se ubica el tejido inmunológico asociado al intestino. Aunque no colonizan ni compiten con la microbiota residente, interaccionan directamente con el epitelio intestinal o con las células inmunitarias presentes en la mucosa, como:
- Células M de las placas de Peyer.
- Macrófagos y células dendríticas.
- Receptores de reconocimiento de patrones (PRR), como TLR, que activan respuestas reguladoras locales.
Todo ello favorece una respuesta de tolerancia o modulación, en lugar de inflamación.
¿Cómo se obtienen?
Los paraprobióticos se elaboran a partir de cepas probióticas seleccionadas que han demostrado seguridad en humanos (por ejemplo, Lactobacillus, Bifidobacterium, Bacillus subtilis, Streptococcus thermophilus, etc.).
Fases del proceso:
1. Cultivo de la cepa viva en condiciones controladas.
2. Inactivación térmica o física
Garantizando la pérdida total de viabilidad.
3. Secado o microencapsulación
Según la forma de presentación deseada.
4. Control microbiológico
Para confirmar la ausencia de viabilidad.
